Centro Integral De La Familia.
Preparando Líderes Generacionales Prevalecientes y Perdurables
En La Continuidad Del Reino.
Un Cuerpo Familiar Que Sabe y Entiende Que Somos Escogidos Por Dios Para Esta Generación.
Trabajando En Unidad Venceremos Toda Adversidad.
Buscando Una Vasija Nueva.
2 Reyes 2:19-22.
Aquí la gente se queja con el profeta de Dios de que las aguas son malas y por lo tanto la tierra es estéril. Y él manda a traer una vasija nueva porque entiende de Dios que la Sal es la solución o remedio a ese problema. La vasija nueva es símbolo del nuevo creyente, y la sal es figura del Espíritu Santo.
Las Aguas son malas y la Tierra es estéril. Cuando el estilo de vida de la gente o pueblo de Dios, es malo (Hamartia), no es el correcto ni adecuado con el plan y propósito de Dios, no da en el blanco, siempre la tierra sufrirá las consecuencias. Por eso la tierra es estéril, por eso lo que hacemos no da fruto o la empresa o negocio que desarrollamos no prospera, y se va haciendo infructuoso o estéril. Las aguas son malas, por lo tanto la tierra es estéril. Cuando los planes que hacemos no se realizan de forma exitosa, sino que al contrario resulta. Es entonces el tiempo de analizar las aguas y la tierra.
Aquí el profeta percibe, entiende y discierne que lo que va a producir la sanidad de las aguas (naciones, pueblos, muchedumbres y gentes) es la SAL. ¿Pero porque no compro un bulto de sal y no la arrojó por puñados a esas aguas enfermas? ¿Porqué llenar de sal una vasija nueva? ¿Qué significado tiene esta vasija nueva? La vasija es la Iglesia o creyente nacido de nuevo. La Biblia dice que en la casa de Dios hay vasos (vasijas) de honra y otros de deshonra, unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. L a Biblia dice que somos Nuevas Creaturas (Vasija Nueva).
Eliseo manda a buscar una vasija nueva en la cual poner la sal (vida y fluir del Espíritu Santo). Eso es lo que va a sanar las aguas. Necesitamos como vasijas nuevas tener las diferentes llenuras, plenitudes y dimensiones del Espíritu Santo, sino estas aguas nunca van a ser sanas. La Sal ya está provista, descendió en Pentecostés, en hechos 2. Ahora falta la nueva vasija; una vasija nueva que pueda almacenar y soportar las diferentes funciones activas de la Sal. En Ezequiel se nos dice: Y busque entre ellos un hombre que hiciese vallado, que se pusiera en la brecha a favor de la tierra para que yo no la destruyese, y no lo hallé. Aquí con el profeta estaban otros profetas que eran hijos de profetas, pero que estaban enfermos, no podían curar las aguas. A nuestro alrededor hay ministerios predicando a boca abierta la salvación, siendo ellos muertos y perdidos sin tener a Cristo en su corazón, hablan de luz andando en tinieblas; quieren sanar las aguas estando ellos enfermos. Fíjate que seas sano en el nombre de Jesús, toma tu lecho y anda a otros anunciándoles el conocimiento en Cristo quien es la gloria de Dios.
La formación de la vasija, no es una cosa fácil; se ve fácil, pero es un proceso muchas veces doloroso para la misma vasija (nosotros). El alfarero le da el moldeo y la estructura deseable, y cuando a la mera hora resultaron ciertas imperfecciones, la destruye o destroza, después la vuelve a formar, la mete al FUEGO, donde por el calor fuerte y abrasador va a recibir cierta consistencia y características valuables que le dan fuerza y valor. Esto nos habla de un proceso y carácter. Dios va a hacer esto en nosotros con la finalidad de capacitarnos para llevar a cabo su plan y propósito, su voluntad Divina: Sanar las aguas y hacer fructífera la tierra. Esto es lo mismo que llenar la tierra del conocimiento de la gloria de Dios, así como las aguas cubren la mar.
Dios está procesando una vasija que es perfecta a su visión y motivación, y si en el proceso ve imperfecciones, los destroza y vuelve a dar forma, hasta llegar a la medida y formación exacta a su ideal, y la mete al fuego para que agarre consistencia y fuerza, para que no se quiebre ni se raje (cuartee) fácilmente por cualquier cosa. Veamos algunos ejemplos:
En la guerra entre Israel con los Madianitas, Dios levantó a Gedeón y le dio un ejército para pelear. Jueces 7:1-7. Sin embargo el ejército era mucho, y podían decir: "Por nosotros se ganó la guerra, por nuestra fuerza y valentía ganamos". Esta vasija estaba llena de orgullo y egoísmo, por lo tanto, Dios no la puede usar. Cuando uno tiene sus propios planes, sus propias metas y su propia voluntad, y actúa en conformidad a ello, aunque uno se diga ser cristiano, ser del pueblo de Dios o ser hijo de Dios; Dios no lo puede usar. Dios conoce el corazón verdaderamente. Todo eso propio, produce otras motivaciones, otro enfoque, otra finalidad y no la de Dios.
Por eso Dios le dice a Gedeón: Mira Gedeón, el pueblo cristiano que esta en tu escuelita dominical, que consta de 32,000 personas; es mucho para la guerra; pueden decir que es por su fuerza y sabiduría que se ganó la batalla. Así que diles que el que tenga miedo y se estremezca: ¡QUE SE VAYA! ¡QUE SE REGRESE! -Escucha, Dios dice: que los que tengan otras motivaciones, otros planes, y otra visión que no sea la de Él, que se vaya, que se regrese a la ciudad; pues con esa otra visión, lo que va a hacer en el ejército es división. Y así, es inútil e inservible para sanar las aguas, y para quitarle a la tierra su esterilidad. Mejor que se regrese a orar y ayunar, a interceder ante Dios por esta encomienda, porque implementar no puede, es un inútil. ¡Qué se vaya a la ciudad! ¡Qué se vaya!
Estas personas puede que sean salvas así como por fuego. Estos temerosos y descuidados, en la guerra a la mera hora se van a echar para atrás. Así que de una vez diles: ¡Váyanse! -De 32,000; solo 300 hombres fueron con Gedeón a la batalla en contra de un numeroso ejército, ¡y Dios estaba con ellos!
Esto es lo mismo que acontece cuando el Rey manda por los invitados a la boda (Mateo 22:1-14). Las personas eran convidadas del Rey. --A lo mejor le presumían a los vecinos: ¡Ejemm, ejemm! Mira, una carta del Rey, donde se me invita... ... soy importante para el Rey, soy vencedor, soy una persona estratégica en sus planes... ¡Soy hijo de Dios! Tengo la carta de la fe... Pero, si verdaderamente no tienes el mismo propósito de Dios, ¡verdaderamente no estás con Él! ¡No sirves para su encomienda! ¡Váyanse! De todos modos cada uno de ellos se fueron, uno a su labranza (congregación o negocio de fe personal)... a su propio egoísmo, su propio reino personal.
Les dice a sus siervos: A la verdad las bodas están preparadas (8-9), vayan y traigan a los que hallen. Encontraron ciegos y otros seres que eran menospreciados... Dios escogió lo vil y menospreciado para hacer su propósito manifiesto aquí en la tierra. ¡Tú y yo! A los que se negaron a permanecer en esa invitación, los rebeldes, les quemo la ciudad y los destruyó. Eso pasa en toda la Biblia con aquellos que son mediocres y tibios. Digan: ¡Nosotros no somos de esos! Es lo mismo que les hizo, en Mateo 7:21-23.
Cuando la Boda fue llena, el Rey se paseaba entre los convidados, y encontró uno que no estaba vestido de boda; los demás aunque ciegos, tuertos, enfermos o como quieras, sacaron fuerzas de la debilidad para vestirse de boda, ¡no hay excusa! No hay excusa para no vestirnos con el lino fino del Espíritu. ¡Toma tiempo para vestirte! Dile a tu hermano: Toma tiempo para vestirte con la justicia y el propósito de Dios! --Al que no estaba vestido, aunque era del pueblo, era convidado, estaba adentro, ¡se le hecho fuera! Esto nos quiere decir que hay muchos que parece que están dentro, que son verdaderos y sinceros, pero Dios que conoce el corazón, les dirá lo mismo que a los del ejército de Gedeón: ¡FUERA! Allí será el lloro y el crujir de dientes.
Cuando no estamos en Su propósito, aunque tengamos otras motivaciones por muy buenas que sean, estamos CONTRA ÉL. Venimos a ser como los labradores malvados (Mateo 21:33-43), que desde su corazón mentiroso y falso, demudaban su rostro, ayunando y desvelándose en oración, y con su triste y débil semblante, con su carita de angelitos, van a ver el dueño de la gran finca, de la grande granja, y le piden que se las rente; pero ellos, actuando con alevosía y ventaja planean quedarse y adueñarse de la casa, del edificio, del local, del negocio, del campo, de la viña; y dejan de pagar la renta mensual. Al principio eran fieles para ganar credibilidad, pero después dejaron de hacerlo. Así pasó el tiempo y lo años. Y el dueño mandaba gente a cobrarles, y hasta su Hijo mando, pero ellos a unos ya habían apedreado y matado, con el Hijo hicieron lo mismo. Sin embargo ¿qué les hará a estos malvados cuando Él venga? (40-43).
El Reino de Dios les va a ser quitado. Si a los que tienen otras motivaciones, otras metas y propósitos, a los que tienen falsedad de corazón, y no el verdadero propósito de Dios. A esos Dios les va a quitar el Reino, la autoridad, y les va ser dado a gente que sí produzca los frutos de Él, en toda sinceridad y verdad. ¡Estos son la nueva vasija! Estos producirán los FRUTOS de Él, que sanarán las aguas, que quitan la esterilidad de la tierra. Vasijas nuevas que colaborarán con la sal. ¡Dale un fuerte aplauso! Di conmigo: ¡Señor, yo soy de esos, soy nueva vasija, úsame, y sana las aguas, y quita la esterilidad de la tierra! ¡Amen! ¡Amen! ¡Dale otro fuerte aplauso!
Dios esta buscando vasijas nuevas, que se conformen a Su mentalidad y propósito eterno, vasijas como en su tiempo lo fueron Abraham, Isaac, Moisés, David, los profetas, los apóstoles, y muchos más, pero sobre todo, que tengamos las características y seamos como Jesús, nuestro Señor y Salvador.
Tú no eres de malas motivaciones y propósitos errados (hamartia), los deseos de tu corazón tienen que ser sometidos a Dios y levantados por su buena voluntad; ya que como sabemos, Dios siempre quiere lo mejor para sus hijos, aunque el proceso sea como valle de sombras y de muerte, al final, saldrá la luz, Él pondrá mesa delante de ti y de tu familia, y en esa mesa verás todo tipo de provisión y prosperidad. ¡Colabora con Dios! Conforma tu mentalidad, deseos y pensamientos al plan y propósito Divino. Y verás verdaderamente como se cumple en tu vida el Salmo 40:17, y el 37:25.
Colabora con Dios, trabaja en la sanidad de las aguas, recuerda que tienes la sal del Espíritu en tu vida, deja FLUIR esa unción, esa gracia, esa sabiduría y equipamiento que Dios te ha venido dando a través de los años, PARA SANAR LAS AGUAS Y QUITAR LA ESTERILIDAD DE LA TIERRA.
Padre Celestial, tenemos tu autoridad, tenemos tus dones, tu equipamiento, nos damos cuenta que en Jesús nos has dado todo ello, porque estás son las evidencias de tu Presencia en nuestro interior que se van manifestando al exterior, tu nos has venido capacitando y preparando para estos tiempos y esta generación. Y en el nombre de Jesús, no te pedimos capacitación, porque negaríamos lo que has venido trabajando en nuestras vidas, no, no te pedimos eso, sino que te pedimos sabiduría, entendimiento y discernimiento para poder implementar tus dotaciones en nuestra vida, nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que prevalecen y perseveran, de los que tienen fe para vida eterna; no somos como los miles de soldados de Gedeón que retrocedieron por descuidados, falsos de corazón y motivación, no, nuestro motivo y propósito es hacer tu voluntad. Que tu Corazón y tu visión sea nuestro estilo de vida aquí en esta tierra, que nos apropiemos y poseamos cada latir de tu corazón, y que esto sea algo práctico y manifiesto a nuestra vida, que no seamos mediocres y habladores, que solamente profesan de labios, pero su corazón esta lejos de ello. Que seamos reales y verdaderos así como Tú eres real y verdadero. Que aprendamos a ver con tus ojos, que seamos siempre aceptos a Ti, quita las impurezas de nuestra vida, y ayúdanos siempre a implementa en conformidad a Mateo 6:33.
Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas serán añadidas.
En el Nombre de Jesús. ¡¡¡Amen!!!
Centro Integral De La Familia. “DOKIME”. (Una Rama De Fundación Auto Estima).
Pastor y Colaborador: Leobardo Jaimes Duarte.