estimadokime
  La Ira
 
Fundación Autoestima.
 



La Ira sentimiento validado por Dios
 
 
Airaos, pero no pequéis;
no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
Efesios 4:26
 
 
 
 
 
Beneficiosa: desarrolla nuestro carácter
                                   Creativa: busca alternativas               Saludable: porque emancipa  
                                                                             

 Ira

 
                            

 

 
 
 
 
Cuando la Ira se bloquea se distorsiona en:
 
                                         Impotencia. Culpa
Resignación.Lastima  Desvalorización.Amargura                                                            
Hostilidad.                                            
                                          
                                                
                                   Violencia:                 Externa                 
                                           Venganza                     Interna                                                                                                  
                                             Rencor
                                              Odio:                       Homicidio
                   Gastritis                   Enfermedades:               Insomnio                                                                              
                   Artritis                                                    Hipertensión                                                                
                   Asma                                                      Drogas
                   Alergias                                                                  Alcoholismo                                                                         
                   Homosexualidad                                                  Tabaquismos
               Bulimia - Anorexia                                                Depresión                                                                                                                             
Autoestima y ecología
 
En nuestras vidas hay circunstancias, situaciones, comportamientos que debilitan la conciencia de uno mismo, que atentan contra nuestra autoestima y desarrollo. Podríamos identificar tres comportamientos típicos que debilitan la conciencia del sí mismo (espíritu). 
 
 
El resentimiento: resentimiento es el desperdicio que va quedando cuando las necesidades se manejan mal y no se satisfacen. Entonces aparece la frustración, la resignación y conformismo, creyendo que no es importante, que no vale la pena, la negación del sí mismo; cuando la necesidad se niega, se convierte en impotencia y en rabia y se instala como alternativa en nuestro estilo de vida. El resentimiento está asociado a la ruptura del contacto, a la impotencia para recuperarlo, a la pérdida y a la negación.
 
 
Se expresa por medio de la amargura, de la violencia, de la lastima, expresiones todas que alteran nuestro equilibrio emocional y biológico. La rabia es una energía bloqueada, que aparece cuando se pierde contacto con el objeto deseado. Es fácil quedar atrapado en la impotencia, buscando salidas por atajos y vericuetos, para no sentir rabia. El que siente rabia se orienta hacia el pasado, buscando culpables, pero se encuentra el camino lleno de recuerdo vagos y sin sentido: miles de contactos fragmentados, recuerdos deshilvanados, problemas y relaciones sin soluciones desde la interioridad.
 
 
La rabia tiene que ver con el abandono inicial, la situación que aún permanece abierta, quedando el pasado como única alternativa para el contacto perdido. La rabia se inicia en la ruptura del contacto, se mantiene por la incapacidad para renovar el contacto, y se sierra cuando se expresa pero siempre queda la herida de lo que no quedó concluido. La rabia es una respuesta orgánica y autentica, pero carente de foco; un reclamo del derecho que cada uno tiene de mantener los contactos, sintiéndose impotente por no lograrlo.
 
 
La rabia en su aspecto positivo, es una energía que brota desde adentro, y obliga al organismo a buscar una expresión coherente. Cuando se pierde la conciencia de sí mismo, y ante la energía del sentimiento, se busca expresiones sin objetivo y aparecerán paradigmas y prohibiciones de sentir y expresar, amenazas y predicciones catastróficas, que hacen que la rabia se quede bloqueada sin expresión. Cuando alguien queda atrapado por la rabia, le quedan tres opciones: la violencia, la parálisis, o ser valiente y tener el coraje para tomar decisiones creativas.
Una primera alternativa es la violencia:la rabia es una fuerza bruta, sin dirección, nos come por dentro y hace que nos provoque destruir, romper, maltratar, agredir a otras personas o a nosotros mismos. Una fuerza bruta, sin objetivo. Al carecer de la conciencia del sí mismo y de dirección, el sujeto se desorganiza y se dispara en toda dirección como un huracán. Destruyendo todo lo que encuentre a su paso. La violencia es rabia sin conciencia; sin sujeto responsable, sin orden ni dirección.
 
 
Cuando a veces no nos damos permiso para expresar la rabia o alguien la impide de manera coherente, la violencia se expresa por los síntomas y enfermedades. En algún momento las defensas cederán y la rabia se lo llevará por delante: salud, relaciones, la vida misma del dueño, y hasta su propia salvación Espiritual se pondrá en juego. Véase, Hebreos 12:15-16
 
 
Se arremeterá contra todo y contra todos, rompiendo límites sin importar las consecuencias. Se rompe la ecología interna y todos los mecanismos de la vida quedan alterados. Cuando la violencia se expresa, el violento no mide el alcance de lo que hace, simplemente pierde el control y su único puposito es vengarse y destruir a quien le hizo daño.
 
 
Una segunda alternativa es la parálisis: la energía bloqueada y reprimida en músculos y tejidos, deja una sensación de impotencia, de que nada se puede hacer. La intensidad del sentimiento anestesia y produce inconciencia en el sujeto, expresándose confusión y carencias. Los procesos se detienen, el contacto se rompe, no provoca ni acercarse, ni alejarse; la rabia se contamina con el miedo a destruir o a ser destruido, hacer dañó o a que le hagan daño. La culpa y el miedo se presentan como dos salidas de la parálisis, para regular la intensidad del malestar.La elección es quedarse aislado, encerrado y bloqueado; en la negación, sin expresión afectiva de lo que se siente.
 
 
La tercera alternativa para salir del impasse es ser valiente y tener coraje para tomar decisiones:al tomar conciencia de lo obvio; que está sucediendo, la persona se reubica, se identifica consigo mismo, toma conciencia y siente el impulso para salir de la parálisis. Después viene la reflexión y sopesar las alternativas, considerar las ventajas y desventajas, asumir los riesgo, y actuar, buscando salidas que no afecten la integridad. Divorciarse, dejar el trabajo, cambiar de carrera o terminar un negocio, son decisiones que en la mayoría de los casos se convierten en decisiones críticas y dolorosas.
 
Una conciencia clara para la toma de decisiones, es lo único que nos permitiría cerrar situaciones anteriores y abrirnos a nuevas posibilidades de desarrollo. Quedarse paralizados en el resentimiento del abandono, nos impide confrontar, dar la cara, pedir pendón, separarse o acercarse, dándole más importancia al problema que a uno mismo, haciéndose dañó y manteniendo la situaciones intactas. No siempre somos efectivos tomando decisiones, porque antes una situación determinada, nos hacemos más reactivos que estratégicos. Tomar decisiones para seguir en lo mismo, implica cultivar el pasado, no desprenderse, mantener resentimientos, ocultarse detrás de los esquemas de resignación y destruirse como persona.
 
 
La toma de decisiones, conlleva un dialogo interior con las partes de uno mismo que están confrontadas; poner las partes a dialogar es un ejercicio sano para clarificar los procesos. Cuando hay conciencia de la dualidad, podemos hacernos responsables en confrontarnos, y buscar otros caminos para segur adelante, sin perdernos en la confusión. Esos son los momentos de crecimiento que despiertan en nosotros una conciencia de lo que somos y queremos, de nuestro poder interior para romper paradigmas y superar obstáculos.
 
 
En todas las familias se generan rompimientos de contactos, diferencias mal manejadas y momentos de incomunicación, que producen frustración, impotencia, rabia. Las familias con frecuencias son victimas de sus propios paradigmas mentales y programaciones formando coaliciones entre los miembros, para buscar mejor arreglo entre todos y obtener ventajas sobre los demás. Las familias se tornan un campo minado, llenos a veces de paradojas y contradicciones, que entrampan y complican las relaciones, habría entonces que buscar ayuda para no ser victimas de las propias incongruencias.
 
 
Que los hermanos peleen, o se dejen de hablar son rituales normales, dentro de ciertos límites. Que surjan conflictos en las relaciones humanas es lo esperado porque el conflicto les permite a todos reforzar los contactos. Pero cuando el contacto se rompe, y la conciencia se debilita, aparecen las coaliciones como una forma de buscar unirse para destruir al opuesto, entonces el crecimiento se detiene y se produce daño a la ecología de la experiencia de ser familia.
 
 
Concluyo:definitivamente, la ira es una de las emociones más destructiva cuando no se tiene conciencia de ella, o no se expresa adecuadamente, o contextualmente. Extrañamente, muchos hombres creen que la ira es de rasgo masculino o exclusiva o justificable. Por ejemplo, “todos los hombre se enfurecen”, exclaman. Algunos incluso insisten, en que un verdadero macho, sabe expresar la ira.¡Nada puede estar tan lejos de la verdad! La tendencia natural del hombre hacia la ira es lo que probablemente ha provocado más guerra, creando más conflictos y destruyendo más relaciones de parejas y familiares que cualquier rasgo universal. Cualquier profesional de ayuda en el área de la psicología, sabe perfectamente bien, que la mayoría de las personas perturbadas emocionalmente son o han sido víctimas de la ira de alguien. Es uno de los problemas emocionales con mayor incidencia devastadora, particularmente en la pareja y en los hijos.
 
La ira no sólo destruye la relación de pareja o familiar, sino también la salud. Estadísticamente, cincuenta y una enfermedad está asociada con la emoción ira. Si tomáramos en cuenta los números, estaríamos hablando que la ira mal focalizada, es una verdadera bomba de tiempo. Valdría la pena examinarnos, cuál es el deposito de ira que poseemos estancada o bloqueada. Te propongo, que hagas una revisión interior responsablemente, acerca de la ira que posee, distorsionada en diferente formas y expresiones de tú vida cotidiana. Como regalo, te quiero dar una perla. Véase Salmo 32:3
 
 
 
Apóstol: Víctor Díaz               

 
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